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Espacio de producción propia, reproducción ajena y discusión de teoría analítica sobre estructura, relaciones y cambio sociales, y de difusión de iniciativas y convocatorias progresistas.

sábado, 11 de junio de 2016

A más de tres años y medio de la Huelga General del 14-N en Logroño

Policía frente a la sede del gobierno riojano
Por Arash

El día 14 de noviembre de 2012, con motivo de la Huelga General europea, Logroño fue testigo de la mayor movilización obrera y popular que se recuerda en la ciudad desde la transición política. Cualquiera de los que estuvimos allí somos conscientes del éxito, en tales términos de movilización, de la histórica convocatoria, a pesar del silencio guardado al respecto.

Antigua comisaría de policía
Recuerdo que el día anterior a la Huelga, en la por entonces sede de la policía nacional, situada en un vecindario obrero, al final de la Avenida de Navarra, cuyas fachadas de los edificios se caen a trozos -edificio hoy en desuso; la nueva comisaría está, desde hace un tiempo, al lado del centro comercial Alcampo, en la periferia, lejos de los problemas, cerca de sus amigos los capitalistas- había más "lecheras" de lo normal, tantas que, al parecer, no cabían dentro del establecimiento policial, pues estaban aparcadas afuera, algunas subidas en la calzada, muchas con las rejas extendidas sobre la luna delantera, con sus cristales tintados que invisibilizan las torturas a quienes luchan contra las injusticias del capitalismo.

Días antes, grupos de sindicalistas habían realizado rondas para repartir, en mano, la información de la convocatoria prevista para el día de la huelga, a los jóvenes que "quemaban los bancos" de los parques, a los jóvenes cuyo futuro se debate entre el trabajo asalariado explotador y un paro cada vez menos remunerado, pero siempre dentro de los márgenes de una incertidumbre, exclusión social y cortoplacismo en nuestras relaciones sociales, aquellas que establecemos con los demás (en todos los ámbitos de nuestra vida y, fundamentalmente, en el trabajo), que nos aplasta, que nos hace enfermar, que nos hace vivir peor y menos años que la clase ociosa. Los de la clase obrera siempre han muerto, a lo largo de su historia pasada, sufriendo.

Nunca lo he podido ratificar, y quizás ello sólo fuera un rumor popular a juego con el nombre de la calle en la que se encontraba la antigua comisaría, pero se comentaba por ahí que habían traído efectivos policiales de Iruña/Pamplona, razón que explicaría la nunca vista y abundante presencia de furgones blindados que bordeaban la comisaría, por lo que de ser ciertos los rumores, no me causarían sorpresa alguna. La mentalmente enferma burguesía de una ciudad ya de por sí repleta de una policía que no atiende las necesidades de los trabajadores, de la gente pobre, ni tampoco de los jóvenes parados, de una policía cuyas auténticas funciones son aquellas que demuestran días como el 14-N, cuando disolvió las manifestaciones de los trabajadores y que consisten en acallar su voz y golpearles, de una policía que los saquea y que recauda de los jóvenes parados aquello en lo que ahogan sus penas (y el dinero con el que lo compran); esa burguesía, así como los fachas y la misma derecha rancia que los defiende que claman (todavía) más policía, temía que los efectivos establecidos formalmente en Logroño fueran insuficientes para detener y reventar lo que ya se olía en el ambiente que iba a ocurrir el día 14: una multitudinaria manifestación.

Como tantos otros sindicalistas en el Estado español, Jorge y Pablo, militantes de la CNT, y un tercer acusado de la UGT, fueron utilizados como cabezas de turco para amedrentar y castigar a la clase trabajadora en su lucha por defender sus derechos y, de paso, enviar un mensaje a la disidencia contra los gobiernos de la dictadura del capital.

A Jorge, en concreto, querían condenarle a 9 años de prisión por "atentado a la autoridad, desórdenes públicos", o "lesiones a varios agentes", entre otros. Desde el Palacio de la Presidencia, al final de la calle que da nombre a cierto general militar que combatió del lado del "imperio español" contra el valiente pueblo cubano en lucha por su independencia nacional -Joaquín Vara de Rey-, un conjunto de escoltas del Gobierno de La Rioja vestidos con uniformes pardos y armados con porras y fusiles "saca-ojos" cargaron contra quienes estábamos en las últimas horas de la protesta por la paralización de la contrarreforma laboral, y nos hizo intentar refugiarnos en los soportales de la calle de la Delegación del Gobierno nacional, a donde llegaron algunas pelotas de goma.

Cuando se produjeron las brutales cargas en el escenario que les acabo de describir -los alrededores de la Plaza del Espolón, en general; las persecuciones continuaron hasta casi tres manzanas más en dirección paralela a la Gran Vía-, que dejaron a algunas personas en el suelo -una de ellas estaba tumbada en el suelo, rodeada de personas que trataban de ayudarle, con la cabeza repleta de sangre-, Jorge ni siquiera se encontraba en el lugar  en el que debía encontrarse para haber ejecutado las faltas y delitos  por los que, tanto a él como a otros compañeros, querían encerrarles en la cárcel, sino que estaba dirigiéndose al trabajo, pues le tocaba el turno de noche.

El "delito" de Jorge no fue otro que el de tratar de hacernos cuestionar, a los allí presentes, el que fuera posible que "seamos tan tontos de delegar nuestros votos, nuestra participación, nuestra democracia, en un elemento como este". "Los trabajadores tenemos la fuerza suficiente [...] tenemos que ser nosotros mismos los que decidamos [...] tenemos que ser nosotros mismos los que le plantemos cara al capital", prosiguió.

Aunque Jorge se encontraba, antes de las cargas, frente a la sede de la Presidencia de La Rioja en el momento en el que nos planteó ante la disyuntiva de aceptar pasivamente  ser sumisos del gobierno del capital o, por el contrario, plantarle cara y luchar por la autogestión obrera de la producción y de nuestras vidas, no es menos cierto que los gobiernos riojanos del último medio siglo -sí, cincuenta años- siempre han sintonizado perfectamente con el gobierno nacional y con las gestiones que todos ellos hacen de la dominación de clase, y tal situación no va a cambiar a partir del próximo 26 de junio, por lo que su sugerencia de que nos cuestionásemos la estupidez de delegar nuestra participación en un necesario (pero inexistente, gracias a tanto cretino y a tanto parlamentarismo burgués) proyecto de construcción de una sociedad justa, de delegar nuestra democracia y nuestra propia inteligencia en los votos, es extensible a todos los niveles territoriales y también sigue siendo válida para el presente y para el futuro cercano. Tenemos que aprender de la lucha que los trabajadores franceses están llevando a cabo en estos mismos instantes.

NO A LOS MONTAJES POLICIALES

¡LIBERTAD SIN CARGOS PARA LOS SINDICALISTAS DE TODO EL TERRITORIO DEL ESTADO, DETENIDOS POR LUCHAR!


·Entrevista a Jorge y Pablo, realizada por el canal riojano de televisión TVR para el programa La Lupa:


·Vídeo de la provocación de la policía:

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