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Espacio de producción propia, reproducción ajena y discusión de teoría analítica sobre estructura, relaciones y cambio sociales, y de difusión de iniciativas y convocatorias progresistas.

lunes, 1 de mayo de 2017

Unos comentarios sobre la última crisis que aqueja a un partido comunista

XII Congreso de Federación Juvenil
Comunista Italiana en 1950. Disuelta en 1990
como parte de los procesos de disolución del
Partido Comunista Italiano.
Por Arash

Resulta interesante ojear alguna de las afirmaciones realizadas con respecto del conflicto que se está viviendo, durante estos días, en el Partido Comunista de los Pueblos de España (PCPE).

Después de haber leído el mensaje que cierto afiliado le envía a la dirección de su partido, noto como cada vez se me resiste menos la idea de que lo vivido en el V Pleno del Comité Central de esta organización ha sido un intento de golpe por el liderazgo de la misma:

"Centralismo democrático no es procedimentalismo. Procedimentalismo es una teoría burguesa: todo lo que sale de un parlamento escogido democráticamente es legítimo y democrático. Según el procedimentalismo, Rajoy es un gobernante democrático, por ejemplo, aunque el resultado de sus decisiones sea contrario a la mayoría del pueblo, que es la clase obrera"

En la Nota informativa del CC del PCPE, se comunicaba cómo durante la primera de las sesiones del Pleno del mismo, 13 miembros del total de 37 presentes (y de 41 designados, en total) abandonaron el evento "tratado de deslegitimar la convocatoria del Pleno". Se informa de que 10 de los miembros que lo abandonaron fueron elegidos por el Congreso de este partido, y otros 3 eran miembros natos de los Colectivos de Jóvenes Comunistas (CJC).

No puede caber duda de que "sus decisiones" (me refiero a Rajoy), contrarias a las de la clase trabajadora, son prueba de que no es un gobernante democrático. También lo son la modificación del Código Penal, o la nueva "ley de seguridad ciudadana". No estoy exactamente de acuerdo en que esa sea la razón, no obstante.

Una de las verdades que los Estados de base liberal, como el español, necesitan que la sociedad ignore para que se caiga en el error monumental de pensar que vivimos en sociedades democráticas (vivimos en sociedades liberales, aunque habitualmente se confunden los términos), es la absoluta desconexión que tienen estos y sus instituciones, con la realidad productiva del territorio nacional de su jurisdicción.

Siendo la realidad económica parte central de nuestra sociedad y, siendo el proceso de producción, es decir, el trabajo, parte nuclear de esa realidad económica, los Estados liberales asientan parte de su legitimidad "democrática" sobre las primeras conquistas en las que participó la clase trabajadora tal y como la entendemos hoy (despojada del capital y asalariada), que moldearon e interfirieron en el proceso de reconstrucción del Estado tras las revoluciones políticas de la burguesía: luchas democráticas, relacionadas con el reconocimiento, por parte de esos Estados, del derecho de reunión y del asociacionismo obrero. Los burgueses de entonces dijeron que porque los trabajadores pudiesen crear sus partidos y presentarse en los parlamentos, ya vivíamos en democracia. No pensaban eso los revolucionarios.

Lenin, en sus Tésis sobre la asamblea constituyente, que era el parlamento que mencheviques, kadetes y eseristas terminaron convirtiendo en uno de esos de las democracias burguesas, dijo "[E]n primer término, la representación proporcional no manifiesta fielmente la voluntad del pueblo, sino cuando las listas presentadas por los partidos responden a la división real del pueblo en grupos políticos que sean realmente los mismos que se reflejan en las listas".

Qué duda puede caber de que si las listas electorales no reflejan realmente la división de la sociedad en clases sociales (particularmente de la trabajadora, cuyo proyecto está excluido desde la misma legalidad estatal y constitucional), por mucha ILP, referéndum y proporcionalidad entre voto y escaño que haya, no se avanzará ni un sólo paso hacia la democracia.

Es más, si, por un lado, lo único por lo que podríamos decir que tenemos "democracia", es el Estado y sus instituciones sometidas al sufragio popular, y por otro lado, es un hecho que tras la convergencia de las organizaciones que representaban -más allá de lo testimonial- el reformismo de la clase trabajadora con esos movimientos y plataformas ciudadanas nacidos del 15M erigidas en la "regeneración democrática", ha significado precisamente el fin de esas mismas organizaciones reformistas como instrumentos que puedan reportar a los trabajadores algún tipo de utilidad para el progresar de sus luchas, podemos entonces incluso decir que, lejos de haberse avanzado hacia la democracia, hemos dado pasos hacia atrás con respecto a la misma. Eso es lo que está pasando en toda Europa, y a velocidad acelerada desde que la gota de la crisis financiera colmara el vaso de la industrial de los años 70.



Menciono esto por algo. Pero antes zanjaré la cuestión inicial, volviendo a las declaraciones comparativas entre la actitud de Rajoy y la de la dirección del PCPE, absolutamente desproporcionadas y desmedidas. Conviene aclarar, pues, que si el redactor del documento en el que esto se decía, justifica lo ocurrido en el partido en cuestión, sea lo que sea, lo hace por analogía a lo que también habría de hacerse con respecto al cargo que ocupa un "procedimentalista" como Rajoy, el del Presidente del Gobierno. Y para desalojar a un "procedimentalista" como él, no habría que seguir el procedimiento que él defiende, ¿verdad?

Las palabras que dedicaba Ástor García, personificación del sector en pugna con el liderado por Carmelo Suárez, a su entrevistador, "[N]o voy a negar que estamos viviendo un momento muy convulso en la vida del PCPE y que las tensiones acumuladas en los últimos meses están expresándose, en algunos casos, de manera muy abrupta y poco constructiva. Pero es que nos estábamos enfrentando a la liquidación del PCPE [...]", creo que desarrollan las sospechas en la misma dirección en la que lo hace la caracterización, realizada por el autor de la primera cita aquí extraída, de la dirección de este partido con el "procedimentalismo".

Otra de las razones por las que mencionaba el fragmento de Lenin, tiene que ver con las señales que, personalmente, pienso que se pueden detectar al respecto de algunas de las pasadas escisiones en un pasado vinculadas con este partido o la organización juvenil hasta hace poco vinculada a él.

Parte de ese mensaje es explícito en el contenido del comunicado de abandono que Unión Proletaria (UP) hizo público el día 31 de mayo de 2013, año en que esa organización abandonó el PCPE después de haber estado en ella durante aproximadamente un año.

En este se decía sobre el partido del que se separó, que "[L]as formas espontáneas de pensamiento y organización de las masas son entendidas como causadas por la acción conspirativa y manipuladora de la burguesía sobre los movimientos sociales (sindicalismo, republicanismo, 15-M) perdiendo de vista que la elevación de la conciencia de clase es necesariamente un proceso en el que "el elemento espontáneo no es sino la forma embrionaria de lo consciente""

El movimiento de masas quincemayista poco tiene que ver con los movimientos de masas laborales. Poco tienen que ver las acampadas en Sol o las batucadas, con las formas de lucha que podríamos considerar como embrionarias y de la clase trabajadora (sobre las que debería centrarse de manera prácticamente exclusiva, a día de hoy, los comunistas), desde la destrucción de las máquinas hasta la realización de una huelga. Sencillamente porque el 15-M no fue un movimiento popular que transcurriera en los centros de trabajo ni que cuestionase, siquiera parcialmente, la ganancia privada sino que tenía lugar en las plazas y se afirmaba contínuamente como un agente social con "derecho" a ocupar los espacios públicos.

En las palabras dichas en esa organización en otro comunicado sobre la actual crisis del PCPE, se puede detectar una cierta y hasta enfermiza naturalidad con la que los comunistas hablan ya de las escisiones, como si este fuera el destino obligatorio que les depara: "[l]as escisiones son fastidiosas porque interrumpen la construcción de la organización de la clase obrera".

"Un partido comunista consecuente no puede por menos que sufrir, de vez en cuando, crisis internas debidas a la influencia corruptora externa. Esto es lo que le ocurrió al Partido Obrero Socialdemócrata Ruso cuando se escindió en un ala bolchevique y otra menchevique".

Hay un problema, y es que lo que le ocurrió al POSDR, y lo que le está ocurriendo al PCPE, no tiene nada que ver más allá, claro está, del simple pero banal hecho de que ambos son partidos, en ambos casos estamos hablando de una escisión, y hay una influencia externa corruptora.

El contenido de la carta de ruptura de algunos Colectivos de Jóvenes Comunistas de Castilla-La Mancha que abandonaron el PCPE y el resto de CJC del territorio nacional en 2013 (otros CJC de esa Comunidad Autónoma parece que permanecieron ligados a estas organizaciones) también apunta en una dirección parecida a la que apunta el comunicado de la escisión de UP antes citado:

"Así mismo, la organización ha tenido una caracterización extremadamente sectaria y dogmática con respecto a diversos movimientos de masas que han surgido de manera espontánea ante los antagonismos de clase, producto de la crisis, como es el caso del Movimiento 15M, el movimiento 25S o la marcha de las distintas "Mareas ciudadanas""

"Cuando se produjeron los movimientos de masas anteriormente citados, el partido en ve de hacer un análisis detallado, criticar lo incorrecto del movimiento, y señalar sus cosas justas, llamó a toda la militancia a no intervenir en dichos movimientos de masas, renunció a dirigir a las masas, tomó un método unilateral al caracterizarlos como movimientos "interclasistas" y "pequeñoburgueses", sin tener en cuenta que este movimiento había salido de la espontaneidad de las masas , y como tal tiene un carácter pequeñoburgués y reformista por sí sólo, y que sólo la intervención de los y las comunistas podía revertir esta situación. El PCPE parecía no ver que estos tipos de movimientos sólo se podían transformar en movimientos clasistas y revolucionarios con la intervención de un Partido de vanguardia. El partido llegó a asumir demenciales teorías conspirativas, llegando a afirmar que dichos movimientos habían sido impulsados por el Estado burgués, con el fin de alejar a las masas de un estallido social que se preveía inminente, e incluso se llegó a sugerir que algunos de estos movimientos representaban un intento de golpe de estado de la extrema derecha".

No está bien llamar "reformista" a todo lo que no está en tu organización. No diré nada sobre aquella primera convocatoria del 25S, por sus claras connotaciones negativas y el ligazón que tenían muchos de sus promotores con una organización de clara ideología neofalangista como DRY, que por cierto fue responsable de un intento explícito de contacto con la extrema derecha española.

Tampoco sé exactamente cómo se ha tratado internamente, en el partido correspondiente, el asunto de las movilizaciones indignadas, sólo sé que si efectivamente tomaron la actitud de intentar enfrentarse a ellas, llegaron a la conclusión adecuada. Pero, ¿se puede saber qué diablos tienen de reformistas esos movimientos?

El alteramiento de las instituciones y de los sistemas electorales de representación es el eje principal en el que se han movido, y no supone por sí mismo síntoma alguno de reformismo. El reformismo que podríamos denominar como político no tiene nada que ver con esto. Un ejemplo de reformismo político es el adoptaron las históricas Comisiones Obreras (no las actuales) desde el momento en que reivindicaron, entre otras cosas, la libertad de asociación y el mismo fin del régimen franquista, como una necesidad asociada a las reivindicaciones económicas y aprendidas ejemplarmente por los trabajadores en los años 60 y 70.

Hablando con gentes de mi generación, que se identificaban a sí mismos como comunistas, he llegado a escuchar cosas como que Podemos es preferible frente al PP porque en aquel hay una intención de crear una dicotomía entre un "nosotros" y un "ellos", y en el PP no. ¡Y se quedan tan panchos!

Como si el antagonismo entre el trabajo y el capital fuese una simple dicotomía entre un "otros" y un "nosotros". No puedo entender cómo la creación de cabezas de turco, a la que se ha estado dedicando Podemos para ocultar la realidad de clase y allanar el camino del populismo con su ejemplo, puede beneficiar en algo a los comunistas. Parece que no entienden nada de la historia europea. No tengan demasiada ilusión con Podemos, que la administración de SYRIZA en Grecia está siendo muchísimo peor que la del PASOK o ND en materia de recortes sociales y privatizaciones, y los ayuntamientos del "cambio" españoles tampoco se están quedando cortos para lo que prometían.

Claro que los movimientos de masas alrededor del 15M surgieron como consecuencia de los antagonismos de clase. Pero habría que preguntarse si, una movilización nacida sólo tres años después de que se cortara el grifo crediticio, se desplomase el precio de la vivienda, y ciertos sectores sociales en concreto comenzaran a notar las consecuencias del pinchazo, no expresa antagonismos internos de la misma clase en particular.

Una movilización de los trabajadores nacida como respuesta ante las agresiones de los capitalistas, es la que tenía que haber ocurrido masivamente en 2012, cuando la gran burguesía, representada por el PP, hizo entrar en vigor la primera de sus contrarreformas laborales. Justo una contrarreforma que permitía descargar  sobre el lomo de los trabajadores la crisis que desde entonces estaba notando la pequeña y mediana burguesía. Puede que a muchos de los burgueses que manipulan la protesta social no los encuentren acampando en Sol: si dirigen grandes corporaciones como Atresmedia o Mediaset, no lo necesitan.

Hay un problema, generalizable, que consiste en pensar que los comunistas se tienen que meter en todos los sitios, en todo lugar allí donde haya "movimiento" social. No es así. Una cosa es la movilización social en general, y otra los movimientos indignados en particular.

No es que los movimientos indignados fuesen la movilización social en la que ningún partido obrero tuviese que agitar en defensa de los sectores proletarios de la misma, es que la movilización indignada en sí misma fue la contraparte burguesa de la movilización social en general. Las movilizaciones laborales organizadas a nivel nacional (pienso sobre todo en las huelgas generales, al menos la última vez convocada por las dos grandes centrales sindicales amarilladas con motivo de la presión de sus bases, la del 14N) son ya historia en comparación con la etapa previa al desinfle de las burbujas, por mucho que aquellas dejaran también un componente que desear.

El hipócrita discurso de los quincemayistas que sembraba la indiferencia política entre el PP y el PSOE, era sólo un recurso al bipartidismo que llevaba hartando desde hacía mucho tiempo a la clase trabajadora, con el fin de ocultar lo que sólo era una demanda de sustitución de la administración, pues es sabido que para una burguesía corta de miras como la del 15M, la responsabilidad de las políticas a las que culpaba de su situación recaían, en realidad, en quien en ese momento ostentaba el Gobierno de España: el PSOE. No se les podía pedir más.

El PSOE tenía demasiados compromisos  para poder aplicar, a la velocidad deseada por tales sectores populares en crisis, las recetas necesarias. Para cuando estaba dispuesto a hacerlo, el PP ya había barrido en las elecciones y las estaba imponiendo sin límites desde el Gobierno.

Tampoco sé de qué manera se han tratado de explicar los vínculos entre estos movimientos y el Estado burgués, pero ¿saben quienes se quejan por esto del PCPE, que James Roures, el creador del diario Público y una personalidad central en la creación de la marca televisiva de La Sexta (vinculada con las corporaciones sin las cuales tales movimientos y sus derivaciones habrían sido poco más que testimoniales, como lo son ahora que los ignoran) contó con el apoyo de alguien en tan alto cargo de ocupación del Estado burgués como Zapatero, ex Presidente del Gobierno, que fue quien le concedió la licencia televisiva? ¿Qué me dicen de las llamadas, por parte de muchos de los indignados, a la colaboración con miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado?

¿Acaso no podemos decir que la formación violeta nació en el seno de tales movimientos y que este último "movimiento" violeta, a día de hoy, es quien ha desorganizado a buena parte de los movimientos de la clase trabajadora?

Ese rastro dejado que parece observarse de las mencionadas escisiones pasadas, hace posible el planteamiento de la siguiente pregunta con respecto a la crisis actualmente vivida en este partido comunista: ¿en qué medida los comunistas están siendo víctimas de la penetración de los postulados de la "democracia radical" y de la afinidad de los movimientos que la predican?
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ACTUALIZACIÓN DEL AUTOR DE ESTE ESPACIO HECHA A DÍA 5 DE MAYO DE 2017:

·El pasado día 4 de mayo, el Partido Comunista de Grecia (KKE) hizo una declaración de posicionamiento al respecto de la crisis en el PCPE, que la dirección de este último partido que recibió su apoyo, la encabezada por Ástor García, reprodujo en su espacio web.

·Ese mismo día, la dirección del PCPE encabezada por Carmelo Suárez, contestó a un correo electrónico del Departamento Internacional del KKE y, por su contenido y el contexto de crisis en tal organización, también al posicionamiento de la organización griega.

·Los días 6 y 7 de mayo debe reunirse en Berlín la Iniciativa Comunista Europea, una organización europea en la que se conglomeran partidos marxistas-leninistas de varios países de dentro y de fuera de la Unión Europea, y de la que tanto el KKE (principal impulsor de la misma) como el PCPE comparten membresía. La sección griega de la ICE ha comunicado de manera discreccional que en el encuentro de los días 6 y 7 de mayo se reconocerán dos delegaciones del PCPE, mientras que la dirección encabezada por Suárez ha asegurado que, en concordancia con "los acuerdos existentes en el seno de la ICE", sólo admitirá su delegación.

·Además, el día 3 de mayo, el espacio web Canarias-Semanal publicaba las posturas contrapuestas entre el Comité Regional de Madrid del PCPE, encabezado por la dirección de Ástor García, y el Comité Ejecutivo del Partido Comunista del Pueblo de Cataluña (PCPC), partido tradicionalmente hermanado con el PCPE y favorable a la dirección que en él encabeza Carmelo Suárez.